LA NOTICIA (I) - LENGUA 1º, 23 MARZO
En el siguiente esquema
puedes ver las diferentes partes que tiene una noticia periodística, algo que
ya hemos estado trabajando en clase.
ACTIVIDADES
(EN TU CUADERNO)
LEE EL SIGUIENTE TEXTO Y TRANSFÓRMALO EN UNA
NOTICIA, CON SUS RESPECTIVAS PARTES (TITULAR, ENTRADILLA, CUERPO). AÑADE TAMBIÉN
UN DIBUJO O UNA FOTO CON SU PIE DE FOTO.
*recuerda que las noticias
siempre van redactadas en 3ª persona
El día primero de septiembre de 1651 me embarqué en aquel
navío con destino a Londres. Nunca las desgracias de un joven aventurero, estoy
seguro, empezaron tan pronto o se prolongaron tanto como las mías. Apenas había
salido la embarcación del Humber cuando el viento comenzó a soplar de tal forma
que las olas se elevaban de manera espantosa. Hacia el mediodía, el castillo de
proa sufrió los embates de las olas, y penetró en la nave abundante agua, tanta
que una o dos veces tuvimos la impresión de que el ancla no resistiría. El
capitán ordenó echar el ancla de emergencia, de modo que la nave se sostenía
con dos anclas a proa y los cables estirados al máximo.
Entonces se desencadenó una terrible tempestad y comencé a
vislumbrar terror y asombro en el rostro de los marineros. El capitán, atento a
las maniobras para salvar el barco, entraba y salía de su camarote, situado
junto al mío, mientras murmuraba para sí una y otra vez: «Señor, ten piedad de
nosotros, es el fin, estamos perdidos», y cosas por el estilo.
Nunca había presenciado un espectáculo tan espantoso: cada
tres o cuatro minutos el mar se elevaba como una montaña y caía sobre nosotros.
La nave se escoraba peligrosamente y los marineros gritaban que se iría a
pique.
Yo tenía la ventaja de que desconocía qué quería decir «irse
a pique». Un barco que había zarpado delante de nosotros se atrevió a enviar un
bote de rescate, que llegó a nuestra nave por puro azar. El bote no podía
mantenerse junto a la nave y fue imposible abordado. Por fin, los hombres del bote,
que remaban con todas sus fuerzas arriesgando sus vidas para salvar las
nuestras, lograron asir un cable que nuestros marineros arrojaron por la borda,
y, con gran esfuerzo y riesgo, consiguieron colocarse a popa, de modo que todos
pudimos meternos en el bote.
No había transcurrido más de un cuarto de hora desde que
abandonáramos la nave cuando la vimos hundirse, y entonces comprendí por vez
primera qué significaba que un barco se fuera a pique.
DANIEL DEFOE Robinson Crusoe (Adaptación).